Pequeño plato recortado de plancha con los bordes levantados a pellizco, una capa de engobe y una carita de gato esgrafiada; para esta técnica se ha rascado el engobe una vez seco con un punzón para dejar el dibujo bien definido. Esta pieza es un buen ejemplo de cómo un diseño sencillo puede tener mucha potencia.