Hojas de plancha de baro rojo, esmaltadas en miel. Este ejercicio es muy agradecido, por el resultado que se consigue con mucha sencillez. Una vez hecha la plancha, colocamos la hoja elegida, cuidando que no tenga arrugas, y se pasa el rodillo para marcar todos los nervios. Se recorta y le damos forma, levantando las puntas. Una vez bizcochada se da el miel a pincel, lo que realza el tono cálido del barro, dando un aspecto otoñal.