
Platito realizado con un trozo de tejido de lana empapado en papilla. La lana se quema en el horno, por lo que se obtiene una pieza muy ligera, algo similar a la pasta de papel. Así mismo la fibra permite una flexibilidad muy alta a la hora de manipular la forma. Una vez bizcochada se ha esmaltado con un translúcido que se ha acumulado en las partes hundidas, consiguiendo un juego de color con el blanco del barro.