
Mano realista, modelada a partir de un ejemplo de escayola. Este ejercicio es uno de los primeros a realizar cuando se comienza en la escultura. Lo más importante es coger bien las proporciones; ancho por largo, la longitud de los dedos, etc. Una vez conseguido esto, podemos centrarnos en la superficie y los detalles. Antes de bizcocharla hay que vaciarla para que no estalle en el horno.