Maceta construida en planchas de neriage con los tres barros refractarios. Las paredes se cortaron curvadas por parejas y una vez montadas se presionaron con las manos para favorecer la ondulación, consiguiendo una pieza orgánica y equilibrada; las curvas se relacionan muy bien con la planta cuadrada, lo que es realzado por el patrón de neriage. Una vez bizcochada se esmaltó con un transparente.